Las autoridades estadounidenses han confirmado que el país ha logrado registrar menos de 100.000 casos diarios de coronavirus por primera vez desde el pasado mes de noviembre.
Esto supone una caída de los contagios en al menos 44 estados, a excepción de Dakota del Norte, Dakota del Sur y Nebraska, que sí han sufrido un aumento en el último día.
No obstante, el descenso generalizado constituye buenas noticias para el sistema sanitario estadounidense, que logrará salvar más vidas si la tendencia continúa. Además, las autoridades esperan poder reabrir los colegios y un gran número de negocios a medida que se frena la expansión del virus.
El país registró una media de unos 82.000 casos de COVID-19 al día durante la última semana, lo que implica un descenso del 24 por ciento respecto a la semana anterior. El descenso se ha ido produciendo de forma paulatina a lo largo de semanas, según informaciones del portal de noticias Axios.
Asimismo, las cifras de hospitalizados ha caído un 25 por ciento, mientras que la cifra de decesos también ha bajado un 5 por ciento en todo el territorio. Ahora la media de fallecidos diarios es de 2.900 personas.
No obstante, las autoridades han alertado de que las variantes del coronavirus, especialmente la británica, que es en teoría más infecciosa, siguen ganando terreno, lo que podría provocar un nuevo repunte en el futuro.